Hay personas y situaciones en nuestra vida que llegan a ella para una determinada etapa, tienen el objetivo de enseñarnos algo que necesitamos y cuando lo hemos aprendido, deben irse

A veces es difícil aceptar que deben irse porque hay emociones implicadas pero poco a poco llega el momento en que estamos totalmente convencidos de que debemos dejarlas marchar ya que si no, no podemos avanzar

Nuestro propio interior nos avisa de cuándo llega el momento de comenzar primero a plantearse que es hora de seguir otro camino y, después, nos avisa de que ya es la hora de llevarlo a cabo

Cuesta pero cuando se hace lo que se tiene que hacer, compensa y mucho. Aceptar cuándo es el fin de una etapa y actuar en consecuencia, es algo de lo que siempre nos sentiremos muy satisfechos

Por ello, si sientes que debes cerrar una puerta, no tengas miedo. A veces creemos que lo que nos espera es peor de lo que tenemos pero nunca es así

Esos miedos y dudas desaparecen en el momento en que te dispones a saltar, teniendo las consecuencias positivas que tiene cada acto de coraje

Si es hora de finalizar una etapa, prepárate para la nueva que se te pondrá por delante de manera automática, en cuanto eches la llave