Una dificultad muy común que tenemos todas las personas se encuentra a la hora de declinar una invitación o cualquier propuesta

Quizás con el tiempo hemos aprendido a decir "no" pero esa palabra siempre la solemos acompañar de una justificación para convencer al receptor de nuestra decisión

De lo que no nos damos cuenta es de que al justificarnos en exceso estamos mostrando inseguridad, ni siquiera esperamos a que la otra persona nos pregunte el motivo, lo decimos sin más como si estuviéramos obligados a exponer el porqué

No se trata de tan solo tener que decir "no", ya que podría sonar demasiado rotundo, quizás una buena manera sería, en caso de que por ejemplo nos invitaran a salir "no gracias, pero tengo otros planes, en otra ocasión". Respuesta más que suficiente pero, no nos paramos ahí, continuamos explicando qué planes son los que hacen que no podamos aceptar la invitación

A veces incluso no tenemos excusa, simplemente no nos apetece, pero la inventamos porque pensamos que no estaría correcto decir "gracias pero es que no me apetece". En realidad, la persona que te invita a salir, o te pide algo prestado, o cualquier cosa, no está esperando ninguna explicación, somos nosotros los que nos adelantamos pensando que debemos justificar ante los demás nuestras acciones

La única justificación que debes darte es a ti mismo, los demás responderán según te sientas, si estás mostrando inseguridad y necesitas justificarte, te encontrarás con personas que te pidan explicaciones; si tienes claro que cuando algo te apetezca no lo harás, te rodearás de personas que respeten tus decisiones sin necesidad de explicar nada

Si te cuesta decir "no" y eso te hace sentirte incómodo porque acabas haciendo cosas que no te apetecen, el Instituto A.M.I. te ayudará a través de sus especialidades terapéuticas, a adquirir la seguridad suficiente para no necesitar justificar tus actos y dar prioridad a lo que es importante para ti

Instituto A.M.I.