Cuando una persona decide cambiar cualquier circunstancia de su vida, siempre debe comenzar primero por cambiarse a sí misma

Albert Einstein dice: "Los problemas que tienes hoy, no pueden ser resueltos pensando de la misma manera que pensabas cuando los creaste"

Entiendes que eso debe ser así, que uno debe cambiar algún aspecto de sí mismo para enfrentarse a nuevos desafíos y, te dispones a hacerlo

Comienzas a ver los resultados, te vas sintiendo con más ánimo porque te notas distinto interiormente al igual que ves distinto tu exterior pero, llega un día en que comienzas a sentirte igual que antes de empezar: mismas preocupaciones, mismas respuestas, mismas conductas y mismos pensamientos

Cuando esto te ocurra, debes saber que es normal pasar por altibajos cuando se está cambiando de "manera de ser", por llamarlo de alguna manera. Si has estado actuando igual durante veinte o treinta años, es común que las antiguas conductas quieran volver a estar presentes

Lo importante es no desesperarse pensando que no ha servido de nada el tiempo invertido, porque no es así. Quizás solo necesites una parada en el camino que te haga reflexionar hasta donde has llegado, qué cambios has experimentado y, cuando estés preparado, retomarás el trayecto

No te resistas a esos momentos en los que sientes que no vas hacia adelante, son parte del proceso. Sigue haciendo lo mismo que estabas haciendo porque aunque no lo creas, tu mente y tu espíritu siguen trabajando de manera silenciosa