A menudo nos encontramos con personas en nuestro entorno que reclaman demasiado nuestra presencia, puede ser un amigo, un jefe, una pareja...

El motivo de este reclamo pudiera ser que nosotros mismos hemos creado una dependencia al convertirnos en unos fantásticos "resuelve problemas" para ellos

Por ejemplo, si en la oficina el jefe nos exige más de lo acordado y nosotros siempre estamos ahí para solucionarle esos imprevistos de última hora sin rechistar, él se acostumbrará rápidamente ya que para él es un alivio tener a una persona así. El problema viene cuando nos damos cuenta que estamos dejando de lado cosas importantes para nosotros por ir a socorrer a esa persona y decidimos corregirlo

Lo que para nosotros es cumplir con nuestra obligación y a la vez estar más por nosotros mismos, para los demás, para esas personas a las que hemos mal acostumbrado, puede ser un cambio de actitud que nos echen en cara, como por ejemplo "ya no rindes como antes" o tal vez "antes te sentía más cerca" o "antes te llamaba y siempre estabas ahí"

Ellos no ven que en realidad nos estamos valorando, lo que para ellos es algo complicado y que tú resuelves con rapidez deberían valorarlo y no exigir que siempre estés cuándo y dónde ellos necesiten

Con este tipo de exigencias hay que cortar si no queremos que la relación se deteriore, si esas personas realmente nos aprecian entenderán que también tenemos que estar pendientes de nuestra vida privada y que tenemos derecho a elegir con libertad lo que queremos hacer. Podemos estar ahí para ayudar pero con ciertos límites

La Psicoterapia Transpersonal puede ayudarte a sacar el carácter que necesitas para poder poner límites a tus relaciones para no entrar en el terreno de la exigencia. El Instituto A.M.I. te ayudará a que mantengas en armonía tus relaciones personales y profesionales para que no sigas sintiendo que se aprovechan de tu buena voluntad