Uno de los peores tipos de angustia es aquella que se basa en cosas futuras que no han pasado y que no pasarán, ya que están basadas en situaciones no controlables por nosotros

Muchas personas se dejan llevar por imágenes desastrosas que crean en su mente, siendo la raíz la preocupación excesiva. Podría ser angustia por pensar en un posible accidente, ante una persona que cae enferma aunque se trate de una simple gripe, ante la llegada de un hijo que salió con sus amigos, etc.

Cuando esta angustia te domina, no estás ayudando para nada a esa persona en particular porque le estás enviando tu preocupación. Además, puestos a utilizar nuestra propia energía, es mucho más práctico utilizarla para ayudar a que nuestro hermano disfrute de su viaje y no pensar que el avión se va a estrellar, o que la persona que tiene gripe necesita tus cuidados intensivos porque pudiera derivar en algo más grave, o que tienes que esperar a tu hijo en la puerta de casa porque si no, no puedes dormir

¿Los accidentes son posibles? Por supuesto. Pero ¿Qué probabilidad tienen? Piensa en la siguiente cadena: la preocupación en exceso se convierte en angustia y esta angustia puede convertirte en un hipocondríaco que ve el peligro en cada momento y eso no facilita la existencia ni a ti, ni a los tuyos

Hay que aprender a dominar las emociones y la angustia puede ser positiva siempre en su justa medida, ya que puede mantenerte alerta y ser precavido, pero un exceso de ella solo te traerá problemas

Si crees que tu angustia, miedos y preocupaciones te tienen dominado y no te permiten disfrutar del presente ni a ti ni a los que te rodean, contacta con el Instituto A.M.I., a través de la Psicoterapia Transpersonal, Terapia Regresiva y Terapia de Sueños, podrás conocer la raíz, sabrás qué es lo que te genera ese sentimiento y una vez consciente, podrás comenzar a gestionar tus emociones negativas