Hablamos mucho de tener un plan a la hora de alcanzar objetivos. Es importante saber exactamente qué queremos y cómo lo vamos a conseguir

Eso nos ayuda a medir riesgos, informarnos bien, dejarnos llevar por el corazón pero siempre con los pies en el suelo para que el resultado sea el esperado

Pero ¿qué hacemos cuando algo inesperado ocurre en ese trayecto y no tenemos un plan B? No hace falta rehacer el plan completo, sólo necesitas improvisar lo que vas a hacer en ese momento hasta volver a colocarteen nuestro trayecto

Mantener la calma es lo más importante, no veas que algo ha fallado, simplemente ha tenido un resultado no esperado, pero no pienses que ya nada va a salir como esperabas

La mejor manera de improvisar es hacer un paréntesis y no dejarse llevar por pensamientos que te dicen que has fallado. Tomarse unos días hará que desconectes para después volver como hasta ese momento, como si lo que ha ocurrido no hubiera sido más que lo que en realidad es, un imprevisto

Planear un recorrido para alcanzar una meta es la mejor manera de focalizar toda tu energía en un objetivo concreto, pero debemos tener claro que no es posible calcular al milímetro el camino. Es más, tú quizás pienses que debes hacer una cosa pero la vida, que te apoya, te marca una directriz distinta que es mucho mejor

El equipo del Instituto A.M.I. te ayudará para que improvises tu guión y sepas continuar tu camino sin alterar tus ganas de conseguir tus objetivos. Déjate acompañar por grandes profesionales en tu nueva vida

Instituto A.M.I.