Hace pocos días hablábamos sobre la importancia de tener buenos hábitos a la hora de levantarse para así, desde bien temprano, crear la energía correcta para que nuestro día sea excelente

A esto podemos añadir proponernos cada mañana la intención que tenemos enfocada a nuestro objetivo, es decir, cuál va a ser el nuevo pasito que vamos a dar 

Ya que un objetivo no se consigue de un día para otro, hay que desmenuzarlo en pequeños pasos que debemos cumplir diariamente. Así, dependiendo del día en nos encontramos, visualizamos una intención u otra, como mejor nos convenga

¿Tu objetivo es un nuevo proyecto laboral? Pues cada mañana tómate un par de minutos simplemente para visualizar cuál es la intención de hoy, por ejemplo una llamada telefónica importante, y, así, comenzar la jornada bien enfocado

¿Tu objetivo tiene que ver con tu área personal? Igual, cada mañana visualiza unos minutos tu intención para acercarte un poco más al gran objetivo que te has marcado

La finalidad de añadir a nuestros hábitos la fijación de un propósito diario, es para no perder el enfoque del nuevo camino en el que nos encontramos

Recién levantados, con la mente aún fresca, es el mejor momento para hacernos este recordatorio que permanecerá todo el día en nuestra mente, seamos conscientes o no

¿Has fijado ya hoy tu propósito? Piénsalo, enfócate y ¡Cúmplelo!

Instituto A.M.I.

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