A menudo nos sentimos agobiados, con dudas y ciertos pensamientos negativos se implantan en nuestra cabeza manteniéndonos en un estado bien distinto del que deseamos

Es importante conocer el motivo de ese sentimiento, ya que a éste sin duda le precede un pensamiento ¿Qué te estás diciendo a ti mismo para sentirte así?

Muchas personas utilizan esta técnica para no alimentar ese estado pero ¿Tus preguntas son las adecuadas? Si aun así no consigues salir de ese estado ¿Será que debes preguntarte de otra manera?

No solamente se trata de saber el porqué, se trata de saber qué debes hacer para no quedarte atrapado y dejarte dominar por tus pensamientos. Si siempre obtienes las mismas respuestas, está claro que debes cambiar las preguntas

Erróneamente pensamos que preguntándonos "¿Por qué?" llegaremos a esclarecer algo, cuando en realidad el porqué, no es una respuesta fácil

Quizás si te haces consciente de los hábitos que tienes cuando te sientes así, de las posturas corporales o de tu manera de hablar, sigas sin saber el porqué pero sabes que transformando estas tres cosas (entre otras) podrás cambiar tu enfoque y dejar de sentirte agobido para dejar paso a la solución o posibles soluciones

Cambia tus preguntas por: ¿Qué hago cuando me siento mal? ¿Cómo me comunico? ¿Qué postura corporal adopto? 

Así, podrás cambiar tu estado de ánimo y sí que podrás apartar los pensamientos negativos. Hazte preguntas prácticas, preguntas que te saquen de ese estado y te hagan caminar hacia la solución

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