Unas de las razones por las que nos inmovilizamos y nos vemos incapaces de conseguir un objetivo es porque al pensar donde estamos y donde queremos estar, nos damos cuenta de que hay un camino largo y vemos imposible conseguir lo que deseamos

La clave para que esto no te limite ni te inmovilice es ver tu meta como un camino que hay que recorrer, poco a poco y a través de muchos aprendizajes

Si deseas emprender y solo te centras en que no tienes medios económicos ni la información suficiente, eso te va a generar emociones negativas: estrés, ansiedad, rabia...Pero debes tener en cuenta que todo eso que necesitas no llega de la noche a la mañana, hay que trabajarlo

Por eso, es necesario desmenuzar objetivos. Ese objetivo final está en lo alto de todo pero después tenemos que ir dibujando los caminos que nos llevarán hasta él. Algunos irán apareciendo conforme vayamos andando pero otros podemos definirlos ya

Así, desde el final, desde lo que quieres conseguir, irás marcando pequeños objetivos que lleguen hasta ti hoy, hasta el aquí y el ahora, para poder comenzar a dar el primer paso

Piensa en tu meta como un resultado de pequeñas acciones, no importa cómo conseguirás llegar, el caso es que lo conseguirás. Comienza por plantearte qué debes hacer ahora mismo para acercarte un poco más hacia el lugar donde quieres estar