TU AUTÉNTICO VALOR


Nuestro cansancio puede ser físico, mental y/o emocional. Suelen aparecer de forma conjunta aunque puede ser que llegue a predominar alguno de ellos, depende de las circunstancias que estemos viviendo.

El cansancio físico nos puede limitar nuestra actividad, producir dolor físico, algún trastorno orgánico...El cansancio mental se denota en la falta de concentración, falta de atención, pérdida de memoria, caos mental. El cansancio emocional lleva consigo preocupación, desánimo, lloros, irritabilidad, susceptibilidad, entre otras cosas.

Una base importante que encontramos en el cansancio emocional es el estrés. El estrés es en realidad una respuesta natural de defensa ante el exceso de adaptaciones que nos marca nuestro ritmo de vida. Está bien en principio, es respuesta de supervivencia, pero llevado al máximo y si se alarga en el tiempo es cuando empieza a ser un problema.



En un estado máximo de estrés podemos experimentar ansiedad, confusión, desánimo, olvidos, pensamientos repetitivos, miedos...

Es una sobrecarga de funciones, de tomar muchos papeles, muchos roles, y de querer llegar a todo y hacerlo todo muy bien, por supuesto. Es una situación que como se hace de forma rutinaria, se va aguantando, y no siempre se llega a ver el cansancio real y se sigue adelante, llegando a ser una manera de vivir.

En esta circunstancia la persona entra en un bucle de resignación, pesimismo, de falta de energía y que incluso puede recibir reproches y críticas de su entorno; claro, acostumbra a los demás a dar todo y más, sino lo reciben se permiten el lujo de criticar. Y esa situación lleva a la persona a autoreprocharse y decirse cosas como "antes hacía más" "no se que me pasa que no llego" "antes era mejor" "no puedo más"

Aparece esa sensación de ser ineficaz en lo que haces y la frustración de no dar lo que se supone esperan de ti.

Viviendo así, siempre dedicados a los demás, llega un momento que se hace consciente de su cansancio. Aquí hay agotamiento físico, cansancio mental, aunque el emocional puede doler más. Una persona en esa situación hace tiempo que dejó de expresar, de pedir, lo aguanta todo y dejó de soñar, de desear, de proyectar.

Es importante aprender a poner límites. Dar importancia también a nuestras necesidades. Tomar descansos, tener nuestro momento de ocio, tener nuestro momento personal e intransferible. Hay que buscar apoyo en el entorno, distribuir tareas, compartirlas. Tomar atención de nuestra autoestima, valorarnos, tomar tiempo para desarrollar las capacidades y dejar surgir los talentos. Darnos el mismo trato de entrega, agradable y comprensivo como tratamos a los demás, cuidarnos. Crear un espacio propio de placer y poder personal.

"Si no sabes valorarte, entonces cualquiera sabrá como utilizarte" Paulo Coelho




Conxita Gallardo
Psicoterapeuta Transpersonal /Teràpies Energètiques
93-8757272 /  699-401491
psicoterapiatrans@gmail.com

INSTITUTO A.M.I. Reservas 93 758-98-94

TRADUCTOR PAGINA

SUGERENCIAS