Hay cambios a lo largo de la vida que son voluntarios y otros que son impuestos. Estos últimos, aquellos que no son elegidos por nosotros, pueden ofrecer resistencia ya que a veces llegan a nuestra vida de manera no esperada

Todo cambio, esperado o inesperado, forma parte de un aprendizaje pero, cuando no lo ves venir, puede que no te sientas preparado para afrontarlo

La situación que ha desencadenado el principio de una etapa en tu vida puede que no haya sido controlada por ti pero, lo que viene a partir de ahora sí forma parte de tu voluntad para adaptarte a tus nuevas circunstancias y evolucionar como persona

Podrías estar pensando: Yo quiero avanzar, no quiero que la experiencia actual de mi vida sea una barrera pero ¿qué hago si mi dolor es más grande que mis ganas de seguir adelante?

En este caso, lo mejor es no resistirse al dolor, lo primero que hay que pensar es que cuando nos sucede algo de un día para otro, hay que asimilarlo y, al principio, es normal que el dolor sea más fuerte que cualquier voluntad de cambio

Debemos darnos tiempo siendo nosotros quienes manejemos ese estado que dedicaremos a recuperarnos emocionalmente, nosotros decidiremos cuando continuaremos adelante aunque ese dolor aún sea nuestro compañero de viaje

Dale tiempo a tu corazón a reponerse y sabrás cuando es el momento de aprovechar y sacar el jugo a esa experiencia que, aunque a priori pareciera un revés de la vida, en realidad es una oportunidad de crecimiento

Si crees que tienes barreras y límites, ponte en contacto con el Instituto A.M.I., a través de sus diversas especialidades de terapia, te acompañará para que rompas con cualquier limitación y podrás continuar avanzando

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