A veces tenemos en nuestro entorno a alguna persona que nos altera, ya sea en casa, en el trabajo o en el círculo de amigos

No sabemos el motivo pero cualquier cosa que nos diga nos disgusta. Puede ser incluso que como ya vamos pensando en lo que nos sucede, a la mínima cosa que esta persona diga o haga, saltamos

En estos casos debemos ir siempre más allá y no quedarnos simplemente con que hay una persona que nos saca de quicio, si queremos que nuestras emociones se mantengan tranquilas, hay que sanar esa situación

Es importante saber con qué intención esa persona dice lo que dice o hace lo que hace y, para eso no te hace falta preguntarle, para eso solo hace falta que tú dejes a un lado la intranquilidad que te provoca y saques conclusiones positivas

¿Esas conclusiones son reales? No lo sabes, pero lo importante es que te servirán para calmarte y tener una buena relación. Por ejemplo, si te altera que tu pareja siempre te pregunte dónde vas, puede que te lo tomes como un control por su parte y eso te molesta, pero puede ser que tan solo te pregunte por saber de ti o su respuesta automática cuando tú dices "me voy" sea "¿a dónde?"

Si la confianza con esa persona te hace que puedas hablar del tema sin problema, mucho mejor, pero depende de quien sea, quizás es mejor no hacerlo porque tan solo es una sensación tuya que puede ofender a la otra persona. Así que como a veces suceden estas cosas, es mucho más práctico ponerse en el lugar de la otra persona, entender qué le lleva a hacerlo y desde ahí cambiar tu alterado estado

Si quieres mantener el control sobre esos estados que a veces nos provocan ciertas personas, comienza por dejar a un lado tu propia opinión y continúa por entender qué intención hay detrás de la otra persona

Instituto A.M.I.

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